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viernes, 22 de mayo de 2020

CESIDA advierte que las mascarillas no previenen el VIH.

CESIDA denuncia las declaraciones de la periodista Marta Pastor y Ana Rosa Quintana al comparar la COVID-19 con el VIH. 

Durante los últimos días están apareciendo en redes sociales y medios de comunicación nacionales declaraciones públicas que cuestionan las medidas sanitarias llevadas a cabo para atajar la pandemia de SRAS-CoV-2 (el virus que provoca la COVID-19) utilizando como argumento que dichas medidas no se tomaron en el momento en el que se produjo la epidemia de SIDA y, por tanto, serían innecesarias.
El pasado día 13 Marta Pastor, periodista en la televisión pública nacional, lanzó el siguiente mensaje en su cuenta de Twitter: “El virus del sida, altamente contagioso, estuvo sin retroviral y sin vacuna muchísimo tiempo entre nosotros. Jamás se hurtó ni un solo derecho de los ciudadanos, ni se decretó el estado de alarma, ni se confinó a la gente en las casas sine die, ni se cerraron locales”. Posteriormente, el pasado 18 de mayo, la periodista  Ana Rosa Quintana en su programa televisivo realizó un comentario en la misma línea: “¿Cuántos años lleva el sida? ¿10 años? Todavía no hay vacuna” para atacar las medidas de confinamiento derivadas del estado de alarma.
Desde CESIDA queremos destacar el alto grado de ignorancia de estas periodistas sobre la infección por VIH y su uso torticero de la misma con el objetivo de censurar las medidas adoptadas por el gobierno de España frente actual crisis sanitaria. Entendemos y respetamos que se realicen críticas en el ejercicio de la libertad de expresión, pero esta no debe ser a costa de sembrar más desinformación de la que ya existe sobre la infección por VIH y el Sida.
Poco después de la aparición de los primeros casos de SIDA en 1981 ya se conocían las vías de transmisión que son a través de relaciones sexuales desprotegidas, por vía sanguínea, y de madre a hijo durante la lactancia y/o partos. Además, en la actualidad, gracias a los tratamientos existentes las personas con VIH que tiene acceso a los mismos no transmiten el virus ni siquiera en esos supuestos. En ningún caso el VIH se transmite a través de la saliva, ni por vía aérea. Por lo tanto, no es necesario mantener ninguna distancia social entre personas ni evitar tocarlas o tocar superficies que hayan tocado o sobre las que hayan respirado.
Creemos que utilizar una epidemia que en la actualidad afecta a cerca de cuarenta millones de personas y que se ha cobrado la vida de más de 30 millones en el mundo está fuera de lugar.  Por lo que censuramos enérgicamente la utilización confusa y distorsionada de información sobre una infección (la que provoca el VIH) que nada tiene que ver con la que ha provocado la actual emergencia sanitaria.
Desde las ONG y las autoridades sanitarias de este ámbito llevamos años trabajando para trasladar a la sociedad información veraz sobre VIH y desmontar los mitos que se crearon a los inicios de la epidemia. Este tipo de comparaciones desafortunadas nos refuerzan en la necesidad de nuestra tarea.
Fuente: CESIDA

ALL ABOUT ESTIGMA: LA HERRAMIENTA DE CONTROL DEL PATRIARCADO.

Hace más de un año, nuestrxs INDETECTABLES cobraban vida en SEXO, DROGAS Y TÚ, la primera temporada de una serie que nació como un proyecto de comunicación en salud sexual desde la comunidad diversa. Un intento de reformular el conocimiento e información en prevención y llevarlo a otros espacios y formatos que ayudasen a combatir, además, el ESTIGMA asociado al VIH, a las ITS, al sexo, a la sexualidad, a la diversidad, a los penes, las tetas, los pezones, las vulvas, los besos, los cuerpos, los abrazos, las penetraciones, el fist-fucking, los cockrings, los lapos, los latigazos, el bareback, el amor, el poliamor, la libertad sexual,…, en definitiva, el ESTIGMA a las diversas formas de ser, estar, desear y amar en la vida.
INDETECTABLES supone una pequeña gran idea, una arriesgada aventura, que nos llevó a montar 5 episodios junto a directores y guionistas como Sonia Sebastián, Paco Tomás, Guillem Clúa, Juan Flahn, Afioco y Antonio Hernández Centeno, hablando de:
  • ITS entre lesbianas,
  • de la PEP o pastilla post-exposición (la pastilla del día después),
  • de transfobia y VIH,
  • de chemsex
  • y de auto-estigma
 Y que vieron la luz en el mágico Teatro de La Latina, en una fantástica noche, que dio el pistoletazo de salida de un proyecto complejo y difícil de hacer, en especial desde una entidad social como es Apoyo Positivo, pero inmensamente satisfactorio.
 Más de 85 secciones oficiales en toda la geografía española, pero también en lugares remotos como Guayaquil, Serbia, Grecia, Colombia, EEUU, Bolivia, Argentina, Brasil, Chile, Osaka, Kyoto, Sydney o Alburquerque, y varios premios como el Premio CIMA y Zinentiendo en el Festival de Cine de Zaragoza, el Premio al Mejor Cortometraje en Tels Quel en Bélgica, Mención Especial en CINHOMO, Premio Mejor Campaña Sanitaria Nacional en los Premios Jovell 2018 o el Premio SOMOS PACIENTES a Mejor Campaña en Redes 2018.
Y esa era la intención, porque para Apoyo Positivo, cada vez que tenemos la oportunidad de mostrar al mundo uno de los episodios de INDETECTABLES, esperamos estar informando, sensibilizando y moviendo emociones para ir reduciendo ese gran enemigo todavía muy fuerte en nuestra sociedad, como es el ESTIGMA: la verdadera epidemia social.

“EL MIEDO AL ESTIGMA CONDUCE AL SILENCIO Y EL SILENCIO ES LA MUERTE”, nos dijo en su momento Kofi Annan, antiguo secretario de ONUSIDA.
Si queremos acabar con la epidemia del VIH, con otras infecciones, con la lgtbifobia, con el acoso, la discriminación social, los miedos, la exclusión, la soledad que genera esa presión por ser quien no somos, incluso en nuestros propios colectivos, para ello, para acabar con todo esto, tenemos que abordar el ESTIGMA, no sólo relacionado con el virus, sino con todas esas realidades y comunidades afectadas, que transversalmente configuran esa imagen distorsionada y ocasionan inmensos problemas en el día a día de muchas personas.
  Un famoso presentador español, Dani Mateo, afirmaba que no había estigma ya hacia las personas con VIH. A continuación uno de sus colaboradores, Mario Vaquerizo, decía: “que hoy en día un joven se infecte de VIH, con toda la información, no merece mi respeto, es un gilipollas”, además de afirmar también, su pareja, Alaska, que sus “amigos homosexuales no cuidaban su salud para evitar infecciones”. Y creemos que deben conocer a bastantes homosexuales por su trayectoria profesional abanderando la bandera arco iris. ¿Se refería al uso del preservativo entre los homosexuales? ¿Cómo es el uso del condón en heterosexuales? Homofobia, serofobia.
  Una colaboradora de Indetectables, que ha participado en nuestra campaña #placajealVIH, se encontraba con mensajes de gente que asumía que ella tenía VIH porque aparecía en la campaña. Por colaborar o ayudar a gente con el virus. De esto sabemos mucho las personas que somos caras visibles de una comunidad invisible, precisamente por el estigma, pero obviamente aún más lo sabemos las personas directamente afectadas por el virus. Más serofobia.
 El problema no es ese presentador, ni la curiosidad del que pregunta, el problema es global, y de no afrontamiento de las realidades que suponemos todxs, mientras apuntamos con el dedo al que tenemos al lado, en vez de mirar nuestras propias verdades. El comportamiento social y la escasa visibilidad del VIH siguen siendo el principal origen de la situaciones de riesgo a las que nos exponemos en nuestra salud sexual. Todas esas palabras, miradas y juicios acercan a una persona más a una infección por VIH, a un estado depresivo, a un uso problemático de sustancias…
 Y ni siquiera, cuando se denuncia y puntualiza el impacto de ese estigma a espacios como ese programa de radio, somos capaces de hacer un ejercicio honrado de empatía y reconocer los errores cometidos, intentando hacer pedagogía y aprender desde ellos. Simplemente nos volvemos a poner “el lazo rojo”, esa etiqueta de “yo lo apoyo, yo tengo un amigx seropositivx”, pero no hablamos de lo que verdaderamente importa: que hay detrás de cada una de esas expresiones y juicios, que incluso se vuelven a perpetuar en ese intento de lavado de estigma. Venga SIDA.
 El estigma supone esa herramienta del patriarcado, que sigue sometiendo a muchas personas por su vulnerabilidad, por su diversidad, que le sirve de brazo armado para controlar la vida de muchas personas y excluirlas socialmente, y que la mayoría de la sociedad mantenemos porque siempre va a ser más fácil de vivir del lado del estigma, no enfrentarlo, reír lo cruel, callar lo evidente, con tal de “no ser uno de esos”.
Por ello nuestra segunda temporada, hace un recorrido por diferentes aristas de esa realidad que es tener VIH, o pertenecer a un grupo social concreto, o vivir de cerca esa realidad, en 5 episodios muy diferentes que esperamos que contribuyan a todo ese trabajo global para acabar con la discriminación y sus consecuencias.
ESTIGMA ha sido posible gracias a muchas manos, a equipos de producción que lo han dado todo, con muy pocos recursos, en un momento en el que parte de la plantilla de la ONG nos íbamos al paro para evitar consecuencias peores por lo recortes en VIH, por no considerar, por parte de nuestra administración, la importancia de la atención a la salud sexual, la prioridad que debe ser. GRACIAS a esos 5 valientes directores, a todo el equipo artístico, que han sabido acompañarnos y sacar adelante este trabajo, a sus equipos técnicos, a los voluntarios, a los colaboradores como LELO, o la Coordinadora Trabajando en Positivo, a la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid y al propio Palacio de la Prensa por toda la colaboración.
Y ojalá, como decíamos el año pasado, a través de indetectables, se consiga un efecto de bola de nieve de buenos propósitos, que rompa con la serofobia y otros estigmas, ¡ES SENCILLO, la discriminación no tiene ninguna base científica, sólo está en nuestras cabezas!
Necesitamos ayudarnos, cuidarnos, comprometernos, hacer que nuestra sociedad se sienta orgullosa de cuidar nuestra tolerancia y diversidad. Y pasear presumiendo de ella. Sin estigmas.

#soyindetectable

Fuente:  www.indetectables.es

VIH, discriminación y derechos. Guía para personas que viven con el VIH.

Esta guía está dirigida a las personas que viven con el VIH, y su contenido se centra en el estigma, la discriminación y los derechos.

Resulta cuando menos paradójico que, después de tantos años de saber qué es el sida y cómo se transmite el virus que lo causa, las personas con el VIH deban a menudo ocultar su estado si no quieren arriesgarse a verse privadas de los mismos derechos que disfruta el resto de la ciudanía, a ser excluidas de la sociedad o, incluso, marginadas por los seres queridos.
La discriminación hacia la personas con el VIH supone una vulneración de los derechos humanos y, por tanto, cuestiona los cimientos de cualquier sociedad democrática, pero además, como ha reconocido ONUSIDA, obstaculiza de raíz cualquier esfuerzo en materia de prevención para contener la propagación de la enfermedad.
En esta guía se explica qué problemas de estigma y discrimnación sufren las personas con VIH; cuáles son las actitudes de la población hacia la personas con el VIH; de qué manera
puedes afrontar y abordar el estigma y la discriminación; y cuáles son tus derechos legales en los diferentes ámbitos y qué puedes hacer en caso de vulneración de los mismos.
En la redacción de esta guía han participado profesionales con y sin el VIH, los/as cuales poseen una larga trayectoria en la defensa y la promoción de los derechos de las personas
afectadas por esta enfermedad.
La información contenida es complementaria a la ofrecida por los servicios de consultoría legal y puede resultarte muy útil en caso de que necesites el asesoramiento de un/a profesional de la abogacía.

Créditos

Edición: Coordinadora Estatal de VIH y sida (CESIDA) y Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt-VIH)
Editores/as: Ana Koerting (CESIDA) y Juanse Hernández (gTt-VIH).
Equipo de redacción: Ana Koerting (CESIDA), Juanse Hernández (gTt-VIH), Diego Valor (CESIDA), Miguel Ángel Ramiro, Paulina Ramírez y Ricardo Escudero (Universidad de Alcalá)
Grafismo:Mires estudi de comunicació, SL
Con el patrocinio de Janssen:
Janssen ha colaborado con este proyecto, pero no ha tenido ningún control editorial sobre el contenido de los materiales.
Agradecimientos:
Esta guía es una adaptación de HIV, stigma & discrimination de la organización británica NAM/AIDSMAP, a quien agradecemos la autorización para utilizar su material.
Damos las gracias a Miguel Ángel Ramiro y Paulina Ramírez, de la Universidad de Alcalá, por la redacción de los capítulos ‘Criminalización de la transmisión sexual del VIH’ y ‘Revelación de datos de salud’; y a Diego Valor, de CESIDA, por el capítulo ‘El VIH y los medios de comunicación’.
También agradecemos a Carmen Pérez-Sauquillo y José Zamyr Vega, de la Universidad de Alcalá, por la revisión y aportaciones al capítulo ‘Criminalización de la transmisión sexual del VIH’, y a Ricardo Escudero, de la Universidad de Alcalá, y a Julio Gómez, de la Coordinadora
Trabajando en Positivo, por la revisión y comentarios en la sección ‘Discriminación y derechos en el ámbito laboral’. La colaboración y las sugerencias de todas estas personas han contribuido a mejorar esta guía.
Descargo de responsabilidad:
La información contenida en esta guía no pretende sustituir la proporcionada por personas expertas en temas legales. Las decisiones sobre temas legales deberían tomarse tras consultar con un/a abogado/a.
Publicado en Barcelona en octubre de 2015

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jueves, 21 de mayo de 2020

Morir por sarampión en los tiempos del coronavirus.

El autor vive una epidemia en Etiopía que se ceba con los niños más vulnerables ante un silencio internacional que le da más miedo que la propia enfermedad.



 Una más. No hay duda. La veo entrar por la puerta sostenida por su madre, con los ojos cerrados cubiertos por una secreción amarillenta y una tos que huye de su boca. Me acerco, con su permiso levanto con delicadeza la camiseta buscando un exantema por su tronco, acerco mi mano a su piel para poder palparlo y poder sentir cómo arde su cuerpo.
Fiebre, conjuntivitis, tos y exantema. No necesitamos nada más para confirmar que se trata de un caso más de sarampión. Ella es Frehiwot. Es la duodécima niña que aparece con los mismos síntomas desde que hemos empezado el día y no son más que las once de la mañana. Ayer más de veinte niños con estos síntomas. Cifras que se mantienen así desde las últimas semanas.
El hospital rural de Gambo en el que nos encontramos, situado al sur del país, en la región de la Oromía; se encuentra colapsado y desbordado. Ha aumentado más del doble la atención en urgencias, y los niños ingresados más del triple, lo que nos obliga a ingresar a dos niños por cama y en algunos casos hasta triplicarlas e improvisar camillas en los pasillos, por llamarlo de alguna manera. Nuestra capacidad de ingreso es de 45 niños y estamos teniendo más de 120 niños ingresados.

No obstante, en medio de la oscuridad hay una luz que brilla, y es la del compromiso del personal sanitario con el que aprendo cada día y al que admiro, transmitiendo calma y serenidad y sensación de control. Quiero aprovechar estas líneas para dedicarles mi aplauso y sincero reconocimiento a la gran labor que están realizando. Son los héroes invisibles e infra valorados de esta epidemia silenciada.
Hemos reorganizado el hospital para adaptarnos a este aumento de casos de sarampión. En un pabellón las niñas y niños con complicaciones respiratorias, la gran mayoría neumonía junto al suministro de cilindros de oxígeno que necesitan. En aquellos que presentan complicaciones como deshidratación y requieren sueros endovenosos. Y en otro los casos más graves que requieren cuidados intensivos de personal médico y enfermería. Como el de Meseret.
Meseret se encuentra postrada en la cama, conectada a través de un tubo a un cilindro de oxígeno que le suministra el gas de la vida a través de unas cánulas por los orificios nasales. La pequeña inspira profundamente movilizando todos los músculos de su cuerpo como si cada respiración fuese la última. Cada inspiración profunda es una batalla ganada, un aliento de aire que se convierte en energía para la siguiente inspiración. La batalla no para. La muerte acecha robando el aire, cerrando las vías respiratorias.
El aire preciado, el aire que da vida, el oro en forma gaseosa, el oxígeno; es un recurso escaso en los hospitales rurales como Gambo. Me gustaría poder ofrecer a Meseret todo el soporte respiratorio que necesita. Pero todo cuanto tenemos son escasos cilindros de oxígeno y no disponemos de ningún respirador.La joven Meseret ingresó hace cuatro días con un sarampión grave complicado con afectación respiratoria. Lucha contra la muerte en cada respiración encontrándose cada vez más extenuada en un partido sin descanso ni tiempo muerto. En cada respiración se le dibujan las costillas clavándose en el pecho, signo del esfuerzo al límite de los músculos para abrir todo lo posible la caja torácica y poder expandir al máximo los pulmones exprimiendo al máximo cada bocanada de aire. Exprime sus pulmones tatuando el reborde de cada costilla en su negra piel. Uno, dos, uno, dos, uno, dos… Los músculos intercostales, subcostales se están extenuando. Con todas sus fuerzas extiende el cuello hacia el infinito, intentando inhalar la mayor cantidad de oxígeno posible, exprimiendo el horizonte. Pero de poco sirve.
Ahora mismo hay diecisiete niños que requieren oxigenoterapia pero no disponemos de diecisiete cilindros, situación que nos obliga a optimizar los recursos. Ante esta situación, no nos queda más remedio que calcular todos los que necesitan oxígeno y priorizar entre los que están más graves y tienen posibilidad de supervivencia. Una de ellas es Biftu, que sigue luchando por conseguir aire exprimiendo sus músculos y pulmones en cada respiración.
Es una situación muy dramática, es una emergencia humanitaria de la que nadie habla.
Debemos priorizar a los niños y adultos que más lo necesitan. En cuanto mejoran los retiramos para beneficio de los que han empeorado. Estamos sufriendo una epidemia silenciosa, que no aparece en los medios de comunicación.
Y quiero invitaros a parar. A levantar la mirada de nuestras cuatro paredes y alzar la mirada más allá de nuestro ombligo. Porque mientras tanto, la vida sigue, empieza y acaba en otros lugares, como en Etiopía, donde niñas como Meseret o Biftu luchan por respirar, por culpa de un virus llamado sarampión que se podría haber evitado con una vacuna, y tratado de manera óptima si se disponen de suficientes recursos sanitarios y oxígeno.
No estamos ante una enfermedad desconocida que no sabemos evitar, ni con una elevada mortalidad entre personas mayores. Nos encontramos ante una enfermedad bien conocida, que afecta principalmente a niñas y niños, y para la que existe una prevención en forma de vacuna muy eficaz. Estamos ante la epidemia silenciada de sarampión.
Desnutrición, neumonía, deshidratación, de sarampiónde tuberculosis, malaria, VIH… siguen siendo los asesinos de las niñas y niños menores de 5 años en las zonas rurales de Etiopía y de muchos otros países del continente olvidado y silenciado.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud la neumonía infantil es hoy en día el mayor asesino infeccioso de niños, cobrándose 800.000 vidas al año, lo que equivale a una vida cada 39 segundos. Etiopía se encuentra dentro de la lista de los cinco países del mundo con una mortalidad por neumonía más elevada en menores de 5 años. Tampoco olvidemos la escalofriante cifra de Unicef que nos dice que cada 5 segundos muere un niño por desnutrición en el mundo.
A todo ello, la pandemia empieza a acechar Etiopía donde los casos confirmados empiezan a aumentar y se están desarrollando medidas de contención para evitar una tragedia en un país donde más de dos tercios de la población no tiene acceso a agua potable. Pero esto es otra historia que será contada en otra ocasión…
Iñaki Alegría es pediatra, coordina programa de salud materno-infantil en el Hospital de Gambo, Etiopía. Fuente: Planeta Futuro.

miércoles, 13 de mayo de 2020

Una crisis que puede matar hasta 6.000 niños más al día.


La reducción de la cobertura sanitaria por la covid-19 provocaría la muerte de otros 1,2 millones menores de cinco años más en tan solo seis meses en 118 países de ingresos bajos y medios, según un nuevo estudio de la Universidad Johns Hopkins.


Una crisis sanitaria como la que vive el mundo es el tsunami perfecto para sumar más muertes a las que ya ha provocado el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. De cumplirse los peores pronósticos y en tan solo seis meses, asistiríamos cada día a la muerte de hasta 6.000 niños más por enfermedades que se pueden prevenir. En medio año, alrededor de 1,2 millones muertes más de niños por la reducción de la cobertura de los servicios médicos rutinarios en, al menos, 118 países con sistemas sanitarios frágiles y de ingresos bajos y medios. Estas potenciales muertes infantiles se sumarían a los 2,5 millones de niños que ya mueren cada seis meses en el mundo. Unas cifras escalofriantes que podrían echar por tierra casi una década de avances para poner fin a la mortalidad infantil. 
Es una de las conclusiones a las que ha llegado un nuevo estudio realizado por un grupo de investigadores de la escuela de salud pública de la Universidad Johns Hopkins, publicado este miércoles en The Lancet Global Health. Para realizar este informe los científicos han tomado como referencia la situación actual por la covid-19 y han hecho una proyección, con distintas variables, de uno, tres y hasta seis meses de 118 países de ingresos bajos y medios.
Hay dos razones principales por las que se podría dar este aumento de muertes entre menores de cinco años en el mundo, según este estudio. "La primera es que los niños que normalmente recibirían atención médica por enfermedades como neumonía, diarrea, SIDA y malaria, no podrán recibirla si los sistemas de salud se ven afectados; y si los ya enfermos no reciben el tratamiento adecuado, tienen más probabilidades de morir", contextualiza Timothy Roberton, del Departamento de Salud Global de la Universidad Johns Hopkins, y el investigador que ha liderado este estudio.
A esta inseguridad alimentaria, los otros factores clave que perpetúan el aumento de la mortalidad infantil en plena pandemia son la pobreza y los sistemas sanitarios débiles. El África subsahariana es la zona peor posicionada, y de estos 118 países de ingresos medios y bajos están Djibouti, Eswatini, Lesoto, Liberia, Malí, Malawi, Sierra Leona, Somalia, Etiopía, República Democrática del Congo, Tanzania y Uganda. Los otros países con más probabilidades de registrar las mayores tasas de exceso de mortalidad infantil por su volumen de población son Brasil, Nigeria, Indonesia, India y Pakistán. La segunda razón que especifica Roberton es la inseguridad alimentaria que viven muchos hogares que tienen menos ingresos y un acceso reducido a los alimentos. "Si no obtienen una ingesta adecuada de macronutrientes y se debilitan, tienen más probabilidades de morir por enfermedades infecciosas", asegura. Un informe recientemente publicado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU advertía que al menos 135 millones de personas experimentaron inseguridad alimentaria extrema en 55 países en 2019 y estimaba que la covid-19 podría casi duplicar la cifra, hasta 265 millones en 2020. 

Aumento de las muertes maternas

La covid-19 ha provocado que las visitas a los centros médicos estén disminuyendo debido a los confinamientos, los toques de queda y las interrupciones en los transportes, y también por el temor que siguen teniendo las comunidades a infectarse, como ya ocurrió en la epidemia del ébola de 2014, uno de los brotes más mortíferos que se recuerdan. Como consecuencia a la paralización de los programas de planificación familiar y seguimiento del parto, el estudio estima que podrían producirse 56.700 muertes maternas adicionales en tan solo seis meses, sumadas a las 144.000 que ya tienen lugar en los mismos países en un periodo similar.
"No podemos permitir que las madres y los niños sufran los daños colaterales de la lucha contra el virus. Y no podemos permitirnos perder décadas de avances en la reducción de muertes prevenibles de madres y niños", pide la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, que en un comentario sobre el informe de The Lancet, advierte de que estas interrupciones podrían desencadenar aumentos potencialmente devastadores de las muertes maternas e infantiles. "Podemos prevenirlas si actuamos ahora".

Recuperar las rutinas médicas, clave para salvar vidas

Los resultados de este estudio, aseguran los investigadores, muestran cómo los efectos colaterales de la pandemia no son meramente económicos. A otra de las conclusiones que llega el informe es que mantener la cobertura de las intervenciones quirúrgicas más básicas que se realizan en un parto mientras dure la pandemia en estos 118 países ahorraría el 60% de las muertes maternas, mientras que la administración de antibióticos para la sepsis neonatal y la neumonía, además de distribuir la solución de rehidratación oral para la diarrea a los menores de cinco años, reduciría en un 41% de las muertes infantiles adicionales.
El mismo informe anima a los países y a sus Gobiernos a restablecer las rutinas médicas cuanto antes, advirtiendo de que cuánto más se tarde, más difícil será volver al punto de partida. "No debemos retrasar la restauración de los servicios de salud si queremos minimizar el impacto duradero de las interrupciones temporales. Cuánto más se tarde, más vidas se pierden en el camino". Advertencias y consejos para aplanar esa ola de tsunami que se ha convertido esta pandemia. 

VIH y SIDA a través del cine.

A principios de los años ’80 se identificó el VIH, Virus de la Inmuno Deficiencia Humana, un hallazgo que hasta ese momento no daría cuenta de su magnitud. En principio se hablaba de su adquisición como una enfermedad propia de los gays. Pero gracias a los avances científicos y a la información que los medios empezaron a divulgar, se pudo tomar una dimensión real de los mecanismos de transmisión, sus tratamientos y además se cayó la “justificación” de plantear la homosexualidad como problema.
Hoy, a casi 40 años de su descubrimiento, siguen siendo muchos los mitos y prejuicios que existen en torno a la adquisición de este virus y las personas que son portadoras.
El VIH o Virus de la Inmunodeficiencia Humana, es un virus que se transmite por vía sexual, sanguínea y vertical (de una embarazada que vive con VIH a sus hijos/as durante la gestación, parto o lactancia). Según la Fundación Huésped, el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH o HIV, por su siglas en inglés) es un virus que afecta al sistema de defensas del organismo, llamado sistema inmunológico.Una vez debilitado por el VIH, el sistema de defensas permite la aparición de enfermedades. Esta etapa avanzada de la infección por VIH es la que se denomina Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA). Se llama SIDA a la etapa avanzada de la infección producida por este virus.
“Por eso, no toda persona con VIH tiene SIDA, pero sí toda persona que presenta un cuadro de SIDA, tiene VIH. Una persona con VIH no necesariamente desarrolla síntomas o enfermedades. Sin embargo, puede transmitirlo”, señalan desde la fundación.
Las enfermedades de transmisión sexual, particularmente del VIH/SIDA, lejos de erradicarse con el tiempo, han sido objeto de muchos prejuicios y rechazo en la sociedad. Por ello se ha hecho muy importante sensibilizar y combatir la discriminación que sufren los afectados.

Rescatamos de una lista elaborada por la Fundación Savia, un extracto con películas que retratan la temática del VIH y SIDA y que puedes ver gratis en internet:

An early frost (1985)

Esta es una película histórica hecha para la televisión y la primera película importante en tratar el tema del VIH / SIDA . En ella, Michael Pierson es un joven abogado de Chicago que no ha hablado con sus padres acerca de su homosexualidad. Ahora debe contarles –en la época en que el diagnóstico era una sentencia de muerte– que él tiene SIDA.


An early frost | Photofest
An early frost | Photofest

Puedes ver esta película en este link de Youtube.

Compañeros inseparables (1989)

A principios de los años 80, un pequeño círculo de amigos ven afectadas sus vidas con la aparición del SIDA. La terrible enfermedad todavía es una desconocida en aquel entonces, y se atribuye a la población homosexual. Es difícil tanto identificarla como combatirla. El grupo de amigos tratará de estar lo más unido posible durante los años posteriores, aunque, tristemente, algunos de ellos se verán afectados por el virus.
Puedes ver Compañeros Inseparables en este link.

Los amigos de Peter (1992)

El actor y director Kenneth Branagh se atrevió a tocar el tema del sida en clave de comedia en su divertida y entrañable película Los amigos de Peter. La cinta explica la historia de un grupo de amigos de la universidad que se reúnen después de muchos años sin verse. El motivo es que uno de ellos, Peter, quiere explicar a los demás que ha contraído el sida.
Puedes ver esta película en este enlace de Youtube.

En el filo de la duda (1993)

Su estreno fue en televisión a principios de los 90 y con un reparto en el que figuraban Richard Gere, Ian McKellen, Anjelica Huston y Alan Alda, entre otros. El protagonista es Don Francis, uno de los especialistas y epidemiólogos que fueron cruciales a la hora de estudiar el VIH y cómo se transmitía, ya que en la época en que se convirtió en una pandemia, los efectos del prejuicio provocaron la idea que sólo afectaba a las personas homosexuales. Francis tuvo que luchar contra ese prejuicio, mientras debía lograr la atención necesaria para que se declarara un problema de salud pública.
En el filo de la duda aborda el cambio de paradigma de la comunidad científica con respecto al sida desde el descubrimiento de la pandemia a las primeras investigaciones. Puedes verla en este link de YouTube.

Philadelphia (1993)

La película está basada en la lucha de un brillante abogado homosexual (Tom Hanks) con síndrome de inmunodeficiencia adquirida, quien forma parte de una renombrada firma de abogados de la ciudad de Philadelphia, Estados Unidos. Durante el ejercicio de su profesión mantiene en reserva su sexualidad y enfermedad hasta que esta comienza a deteriorar su salud y se hace notoria por las lesiones cutáneas del sarcoma de Kaposi. A partir de allí la firma de abogados sospecha de su padecimiento y lo despide alegando negligencia.
Ante la injusticia, el personaje no duda en plantar una batalla legal al sistema. Para ello, contará con el apoyo de otro abogado (Denzel Washington), quien también tendrá que superar sus prejuicios para defender a su cliente.
Para acceder a este título puedes visitar este enlace.

Kids (1995)

En esta polémica película, el director Larry Clarke retrataba el comportamiento rebelde y los excesos de un grupo de adolescentes abocados por el consumo de drogas y el sexo. Los chicos, que mantienen relaciones sexuales con el sida planeando sobre sus cabezas, es una polémica y contundente cinta de diálogos explícitos y estética semidocumental.
Puedes ver Kids en este enlace.

Gia (1998)

Angelina Jolie encarna a Gia Marie Carangi, una supermodelo de los años 70 que murió de SIDA. Es una de las pocas películas que muestra la enfermedad en el colectivo homosexual femenino, y que además está basada en una historia real.
Puedes ver la cinta en este link.

Yesterday (2004)

La cinta dirigida en 2004 por Darrell James Roodt, se centra en la historia de Yesterday (Leleti Khumalo),  con VIH en Sudáfrica, uno de los países africanos más castigados por el virus.
La joven madre luchara por cumplir su sueño: ver a su hija Beauty acudir a la escuela antes de morir, enfrentándose en el camino con la incomprensión y maltrato de su marido, las autoridades religiosas y médicas de su aldea y su vecindario.
La cinta explica de manera cruda la forma en que países con muchos menos recursos para el tratamiento y la investigación se enfrentan también con menos conocimiento a esta plaga que diezma su población.
Ver Yesterday en este link.

Precious (2010)

Basada en la historia real de Clareece ‘Precious’ Jones (Gabourey Sidibe), una joven cuya madre la maltrata constantemente, la película narra la desgarradora situación a la que tiene que enfrentarse la protagonista, embarazada y portadora del VIH, cuando le expulsan de la escuela.
Puedes ver esta película en este link de Youtube.

How to survive a plague (2012)

Nominado al Óscar, este documental recuerda las luchas emprendidas en EEUU por parte de asociaciones activistas, en buena medida compuestas por grupos de jóvenes seropositivos enfrentados a su propia mortalidad, para acabar con la indiferencia y la discriminación a la que eran sometidos por Washington y la industria sanitaria.
Puedes ver el documental en este link.

Test (2013)

El miedo a lo desconocido, los prejuicios ante el qué dirán y el pánico a contraer el VIH vertebran esta película donde su protagonista, un bailarín que aterriza en una compañía de danza en el San Francisco de mediados de los 80, espera el resultado de la prueba del virus y su agobio asfixiante se transmite de lleno al espectador. Uno de los más recientes retratos de la paranoia con respecto al VIH.
Puedes ver la película en este link.

Dallas Buyer Club (2013)

Basada en la vida real de Ron Woodroof (Matthew McConaughey), un cowboy de rodeo texano, drogadicto y mujeriego, al que en 1986 le diagnosticaron SIDA y le pronosticaron un mes de vida. Empezó entonces a tomar AZT, el único medicamento disponible en aquella época en la adquisición del VIH.
Puedes ver esta película aquí.

The normal heart (2014)

Este drama, narra la historia del inicio de la crisis del VIH-SIDA en Nueva York a comienzos de 1980, dando un vistazo a las políticas sexuales de la nación y cómo los activistas homosexuales y sus aliados de la comunidad médica luchan para revelar la verdad de la creciente epidemia a una ciudad y nación que vive en negación.
Puedes ver la sinopsis de esta película a continuación:

Estiu 1993 (2017)

La directora y guionista Carla Simón se ha basado en su propia experiencia personal para escribir y dirigir su primera película: Estiu 1993 , en la que nos cuenta sus recuerdos de infancia.
La protagonista es la pequeña Frida, una niña de seis años portadora del VIH cuya madre acaba de morir a causa del SIDA. Sus tíos se encargan de su custodia y se la llevan a vivir a un pequeño pueblo en el campo, donde la pequeña será objeto de miradas y prejuicios por su enfermedad, a pesar de que ella no es capaz de entender lo que pasa.
Puedes ver este título visitando este enlace.

120 pulsaciones por minuto (2017)

Esta cinta recuerda los primeros años de la epidemia en Francia desde el punto de vista de los activistas de Act Up Paris, que usaron métodos de guerrilla para implicar más al gobierno y las farmacéuticas en la lucha contra esta condición y teje una historia de amor entre dos miembros del grupo.

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martes, 12 de mayo de 2020

Por qué preocupa tanto la pandemia de COVID-19 en África.

La pandemia de SARS-CoV-2 avanza implacable y pone en jaque a los sistemas de salud de muchos países en el hemisferio norte. Como ocurrió con el coronavirus del SARS (2002-2003) y la gripe H1N1 (2009), la COVID-19 llega a África más tarde. Este continente acumula ya casi 67.000 casos notificados. La Oficina Regional de la OMS para África advierte de que este podría ser el mayor reto de salud pública al que se ha enfrentado la región en los últimos tiempos.
África subsahariana es la región que presenta el mayor riesgo de mortalidad por gripe estacional, seguida muy de cerca por el Mediterráneo oriental y Asia sudoriental. Si tenemos en cuenta que la infección por SARS-CoV-2 está mostrando tasas de contagio y de letalidad mayores que la gripe y que hay una posible asociación entre mortalidad por COVID-19 y la dificultad de acceso a los recursos sanitarios, podemos plantearnos que el continente africano no estaría en la mejor situación para recibir la pandemia.
Frente a la incertidumbre del impacto que tendrá el coronavirus en este continente, sabemos que se suma a otras emergencias. En África, los brotes de sarampión y crisis humanitarias conviven con las tres grandes endemias (malaria, sida y tuberculosis), enfermedades tropicales desatendidas y una plaga de langostas que pone en jaque la seguridad alimentaria en el cuerno de África. Durante la semana pasada se comunicaron 91 brotes de enfermedades distintas en esta parte del planeta, incluida la COVID-19.
Con uno de los sistemas de salud más frágiles del mundo, África soporta una cuarta parte de la carga global de enfermedad y cuenta tan solo con el 3 % de los trabajadores en salud. En cuanto a inversiones tangibles, la mayor parte del presupuesto de salud en los países africanos es destinado a productos médicos, el gasto en personal es del 14 % y en infraestructura, del 7 %. Estas cifras están lejos de las de regiones con sistemas de salud con mejor desempeño, donde la inversión es mayor tanto en la fuerza laboral (40 %) como en infraestructura (33 %).
Aunque existe variabilidad entre los países africanos, en términos globales apenas la mitad de la población tiene acceso a servicios de salud y bienestar satisfactorios. Sus sistemas de salud funcionan al 49 % de sus posibilidades, lejos de alcanzar su máximo potencial, y con un nivel de resiliencia bajo. Estos son pocos recursos, humanos y materiales, para hacer frente a un aumento explosivo de pacientes con necesidad de cuidado intensivo.
Ante este escenario, la mayoría de los países africanos se está esforzando en la detección temprana, el cierre o limitación del tráfico aéreo y en las fronteras, así como en medidas de aislamiento, cuarentena y distanciamiento social. Es un esfuerzo titánico tanto para el área rural, donde vive un 60 % de la población y es frecuente la economía de subsistencia, como para las ciudades, donde abunda el urbanismo mal planificado en la periferia, con infraestructuras deficientes y acceso inadecuado al suministro de agua, saneamiento y manejo de residuos.
Hemos oído hasta la saciedad que lavarse las manos es una de las medidas principales para frenar la transmisión de COVID-19. Afortunadamente, en el norte de África el 90 % de la población tiene acceso a agua limpia, pero esto va a ser un problema en África subsahariana, donde el 40 % de la población (aproximadamente 300 millones de personas) no lo tiene. Allí conocen bien la importancia de la higiene y el saneamiento: después de las enfermedades respiratorias y el sida, las enfermedades diarreicas son la tercera causa de morbimortalidad en África.

Consecuencias de la COVID-19 en un continente castigado

La pirámide demográfica en países africanos es muy diferente a la nuestra, con una población mucho menos envejecida. Esto nos llevaría a pensar en una mortalidad inferior por COVID-19, pero la proporción de individuos que tienen el sistema inmune comprometido es muy superior.
El Director General de la OMS, Tedros Adhanom, resaltaba cómo esta pandemia muestra lo vulnerables que son las personas afectadas de enfermedad pulmonar o con un sistema inmune debilitado.
Esto no hace presagiar nada bueno para una región donde las infecciones del tracto respiratorio inferior y el sida son las principales causas de morbilidad y mortalidad. África es la región con mayor carga de sida, casi dos terceras partes de las nuevas infecciones por VIH ocurren en este continente. También encabeza el ranking para otras epidemias como malaria, tuberculosis y neumonía infantil, y sufre la mayor parte de la carga global de enfermedades tropicales desatendidas. Sin olvidar que el continente africano se lleva también la peor parte en cuanto a desnutrición e inseguridad alimentaria.
Además del impacto directo en las personas, hay también una gran preocupación sobre el efecto de la COVID-19 en los programas de salud y en el acceso a los cuidados médicos. Un ejemplo es la anterior epidemia de ébola y las consecuencias negativas que tuvo en las campañas de vacunación infantil (sarampión y pentavalente) en Sierra Leona.
El impacto de COVID-19 sobre la tuberculosis es especialmente preocupante, ya que en el continente se da una elevada prevalencia de VIH y en esta condición la coinfección con tuberculosis es la principal causa de mortalidad. Es por ello que, recientemente, la OMS ha alentado a los países a mantener la continuidad de los programas de tuberculosis y proporcionado guías para minimizar los efectos negativos de la pandemia de COVID-19.
La OMS envía directrices similares en el caso de la malaria, otra de “las tres grandes”, y que concentra en África el 90 % de los casos y las muertes (sobre todo en niños menores de cinco años). Si no se mantienen los esfuerzos para el control de esta enfermedad (fumigación con insecticidas, distribución de mosquiteras, diagnóstico y tratamiento temprano), se observará un repunte de la malaria después de los esfuerzos colosales realizados en los últimos años. Un mal momento, cuando el programa de implementación de la vacuna contra la malaria ya tiene lugar en tres países africanos.

Lecciones y buenas noticias

El continente africano es ya un veterano en la lucha contra epidemias de gran impacto y en la respuesta rápida en situaciones de crisis. El brote de ébola en África occidental puso de relieve la forma en que una epidemia puede proliferar rápidamente y plantear enormes problemas en ausencia de un sistema de salud sólido. Pero el enorme esfuerzo que supuso esa crisis, de integración y cooperación de organismos internacionales, entidades gubernamentales y, sobre todo la sociedad civil, es ahora un aprendizaje y una respuesta adquirida; su vacuna más eficaz.
Junto con esto, la llegada tardía de COVID-19 a África ha dado una oportunidad de preparación que no se ha perdido. Así se ha creado el Africa Joint Continental Strategy for COVID-19 OUTBREAK, una acción multilateral que coordina esfuerzos de agencias de la Unión Africana y los países miembros, la OMS y otros socios, y que pone el foco en 6 pilares: Capacidad de laboratorio, vigilancia, prevención y control en centros médicos, manejo de casos, comunicación y logística.
Desde febrero de este año, África se ha preparado y ha mejorado su capacidad para el diagnóstico de COVID-19. El Africa CDC y el Instituto Pasteur de Dakar han trabajado en coordinación para implementar las técnicas de detección del ARN de SARS-CoV-2 en más de cuarenta países del continente. Al mismo tiempo, la Oficina Regional de OMS en África, junto con Africa CDC han iniciado una campaña de orientación técnica, comunicación y concienciación.
Existe un Plan de Respuesta Humanitaria Global COVID-19 de Naciones Unidas que cuenta con dos mil millones de dólares y considera África como una región prioritaria, mientras que en las contribuciones que distintos países, organizaciones multilaterales, fundaciones y corporaciones hacen a la lucha global contra COVID-19, no se olvida el apoyo a países de media y baja renta.
Una de las cosas que nos enseña esta pandemia es que vivimos en mundo globalizado, con un flujo de personas, mercancías, y patógenos a escala mundial. Los agentes infecciosos, entre ellos este virus, no conocen fronteras. COVID-19 comenzó en China y llega ahora a África. El continente ha superado graves epidemias, cuenta con las coaliciones y planes de respuesta que hereda de pasadas emergencias sanitarias y con apoyo internacional.
Lo más importante es que cuenta con una población que conoce el poder que tiene la comunidad en la lucha contra epidemias. Una característica del pueblo africano es su resiliencia y su vivir en el presente. En su novela Ébano, Kapuscinski lo definía así: “En África, se vive al día, al momento, cada día es un obstáculo difícil de superar, la imaginación no sobrepasa las veinticuatro horas, no se hacen planes ni se acarician sueños”. Mucho nos queda aprender de ella. A la espera de ver cómo evoluciona la pandemia, nuestras esperanzas están con África.

SAL DE DUDAS.

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