Páginas vistas

sábado, 21 de mayo de 2011

Primeros resultados prometedores de un nuevo microbicida vaginal.



Está basado en un fármaco antirretroviral de la familia de los ITIN y ha evidenciado un buen perfil de seguridad y eficacia en el laboratorio

Alamelu Mahalingam y un equipo de colaboradores de la Universidad de Utah (EE UU) han presentado los resultados de las pruebas de seguridad y eficacia antiviral de un microbicida basado en IQP-0528, un antirretroviral de la familia de los inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósido (ITIN), desarrollado por ImQuest BioSciences. Sus hallazgos fueron publicados en la edición de abril de 2011 de Antimicrobial Agents and Chemotherapy.

Este fármaco, que todavía carece de nombre comercial, fue seleccionado por sus características positivas, ya que muestra una importante estabilidad en diversas condiciones fisiológicas, una amplia ventana terapéutica y una actividad antivírica en concentraciones muy pequeñas (nanomolares).

En las pruebas llevadas a cabo, se examinaron dos formulaciones en gel vaginal que contenían IQP-0528: una basada en hidroxietilcelulosa (HEC) y otra con un polímero de Carbopol®. Las propiedades de estos geles fueron evaluadas en el laboratorio empleando tanto líneas celulares como muestras de tejido del cuello de útero.

Ambos productos en gel demostraron tener una estabilidad física y química a lo largo de tres meses. Sin embargo, el gel con hidroxietilcelulosa (que contenía un 0,25% de IQP-0528) ofreció los mejores resultados de biodisponibilidad y, por tanto, fue elegido para evaluar su seguridad y actividad antirretroviral.

Las evaluaciones de seguridad in vitro (con las líneas celulares) y ex vivo (con el tejido procedente de muestras del cuello uterino) del gel con HEC evidenciaron que no se produjo una pérdida significativa de la viabilidad celular ni tampoco una respuesta inflamatoria significativa.

Los resultados de las pruebas del ensayo in vitro de inhibición de la entrada del VIH-1 dejaron patente que la concentración efectiva media (se refiere a la concentración de un fármaco que produce el 50% de la respuesta máxima tras un período de tiempo determinado, un parámetro estándar para valorar la potencia de un producto) de esta formulación fue de 0,14 µg/mL en el medio de cultivo.

En la prueba ex vivo con el tejido cervical, el gel demostró ofrecer una protección completa frente a la infección por VIH.

A la luz de estos resultados, los investigadores concluyeron que dichos hallazgos son alentadores y justifican que se pase a evaluar las formulaciones en gel con IQP-0528 en modelos in vivo, así como el desarrollo de formulaciones alternativas de este fármaco para su uso como microbicida.

Los autores mostraron su convicción de que esta formulación puede proporcionar una protección completa frente a la infección por VIH sin provocar toxicidad ni irritación significativa de los tejidos vaginales. De resultar eficaz, este gel microbicida también cuenta con la ventaja de que podría producirse a muy bajo coste, lo que favorecería su empleo en entornos con pocos recursos, donde más necesarias son este tipo de intervenciones.

Fuente: HIV and Hepatitis / Elaboración propia.

Referencia: Mahalingam A, Simmons AP, Ugaonkar SR, et al. Vaginal microbicide gel for delivery of IQP-0528, a pyrimidinedione analog with a dual mechanism of action against HIV-1. Antimicrobial Agents and Chemotherapy. 2011 April; 55(4): 1.650-1.660 (abstract).






Fuente: CESIDA

miércoles, 18 de mayo de 2011

La ciencia resucita la esperanza de curar el sida



La lucha contra la infección por VIH avanza en ocasiones a base de pequeños éxitos en un panorama de grandes fracasos. Durante años, la comunidad científica sintió que no se iba a llegar a desarrollar ninguna vacuna preventiva, tras la decepción que supuso el fracaso del ensayo clínico STEP. En él se probó una vacuna preventiva en Tailandia que, lejos de evitar la infección, pareció incluso fomentarla. La tendencia cambió con la publicación en 2010 del primer resultado positivo. Aunque los datos de eficacia eran mínimos, nada que permitiera anticipar una posible comercialización de la vacuna, la ciencia pareció animarse y se multiplicaron las estrategias.

Algo parecido está sucediendo ahora con la búsqueda de la erradicación del VIH. La revista Science dedica hoy un amplio artículo a las distintas estrategias que se están estudiando en todo el mundo (España tiene un papel destacado) para hacer que el esquivo VIH pueda desaparecer de la sangre de los seropositivos. El resumen coincide con el anuncio ayer de los resultados de un estudio que sus autores califican de revolucionario y que confirma lo que muchos ya venían sospechando: que la terapia antirretroviral de alta eficacia (TARGA) no sólo mantiene bajo control la infección por el VIH en los seropositivos, sino que también reduce el riesgo de transmitirlo a otras personas.

El caso del paciente de Berlín ha animado otros intentos de curación
De mortal a crónica
Este trabajo añade más valor a una terapia que cambió radicalmente el curso de la enfermedad, que pasó de ser mortal a crónica. Sin embargo, la TARGA también está asociada a una "gran decepción", como recuerda el investigador del Instituto de Salud Carlos III José Alcamí: la que vino propiciada por un anunció que marcó la XII Conferencia Internacional sobre Sida. En esa reunión, David Ho, el director del Centro de Investigación en Sida Aaron Diamond, en Nueva York, afirmó que, según un modelo estadístico que había desarrollado a partir del cálculo de la vida media de las células del sistema inmune, el seguimiento de TARGA durante 3,2 años eliminaría por completo el VIH del organismo.

"El fallo de Ho fue no tener en cuenta lo que llamamos células dormidas, que son las que mantienen el virus inactivo en sus cromosomas y se esconden en reservorios, escapando a la acción de los antirretrovirales", subraya el miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA) Juan Carlos López Bernaldo de Quirós.

EEUU ha multiplicado su inversión en estos proyectos
Los reservorios los descubriría un año más tarde el investigador de la Universidad John Hopkins Robert Siliciano. Un estudio realizado conjuntamente con Ho puso de manifiesto que seropositivos que llevaban 30 meses con niveles indetectables de VIH tenían en realidad cerca de un millón de células infectadas latentes. Según cálculos posteriores, una persona tendría que estar 72 años en tratamiento con TARGA para limpiar dichos reservorios. "Cayeron en picado las expectativas de curación y se instauró la cautela", reflexiona Alcamí.

El paciente de Berlín
El hallazgo que ha hecho que se vuelva a hablar de curación del VIH no ha venido de ningún especialista en enfermedades infecciosas. Fue un oncólogo hematólogo alemán, Gero Hütter, el que consiguió el que por el momento es el único caso documentado de curación de sida, el de Timothy Ray Brown.

"Hasta ahora los resultados son sólo anecdóticos", advierte un experto
Como relata el artículo de Science, este estadounidense afincado en Berlín descubrió en 1995 que estaba infectado con el virus del sida. Aunque se benefició de la terapia antirretroviral, tuvo varios ingresos hospitalarios y llegó a tomarse, incluso, unas "vacaciones terapéuticas", la finalización de la TARGA por los efectos secundarios. Una estrategia que, según López Bernaldo de Quirós, ya no se sigue.

En 2006, Brown recibió un segundo diagnóstico devastador. Sufría leucemia mieloide aguda, un cáncer de pronóstico reservado, cuyo tratamiento estándar era la quimioterapia y, en caso de recurrencia, el trasplante de médula ósea. Derivado a Hütter, este decidió experimentar por su cuenta y riesgo una hipótesis nunca antes ensayada. Buscó un donante de médula ósea compatible con Brown con una rara mutación en el gen CCR5, que hace rechazar el patógeno a un escaso 1% de los hombres de raza caucásica. El oncólogo encontró al donante que, curiosamente, era un alemán residente en EEUU. "Tuvo éxito, pero el trasplante de médula ósea tiene un riesgo de mortalidad nada despreciable", reflexiona Alcamí.

La curación del también llamado paciente de Berlín ha dinamizado la búsqueda de una cura del sida. Los Institutos Nacionales de la Salud de EEUU han multiplicado sus inversiones en este campo, aunque, tal y como subraya Alcamí, los resultados obtenidos hasta ahora son sólo "hechos anecdóticos".

De todas las técnicas estudiadas, una de las más avanzadas es la terapia génica. En la última Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI), un equipo de investigadores del Centro de Investigación Clínica Quest y la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) presentó los resultados de un ensayo clínico en humanos, en los que se modificó un pequeño porcentaje de sus CD4 infectadas para que tuvieran la mutación del gen CCR5 del paciente de Berlín. "Hoy por hoy tiene poco significado", comenta López Bernaldo de Quirós. "Sólo el 25% de las células reimplantadas mantuvo la resistencia una vez de vuelta en el organismo del paciente, el 75% restante seguía siendo vulnerable".

Una posibilidad de éxito sería que el VIH acabara con ese 75% de células y la cuarta parte restante se multiplicara y se convirtiera en la fuerza predominante. "Para demostrarlo, habría que dejar al virus libre para que matara al resto de las células; es un experimento con un riesgo monstruoso y no creo que lo hagan", vaticina Alcamí. "Además, ha requerido un año de esfuerzos y trabajo para muy pocos pacientes; sólo es útil como prueba de concepto, pero no tiene aplicación práctica", añade el miembro de SEISIDA.

Alcamí apuesta por otra estrategia, el uso de fármacos para sacar a las células durmientes de su reservorio. El último ensayo en este sentido lo lleva a cabo el virólogo de la Universidad de Carolina del Norte David Margolis, que está probando a añadir un fármaco para el cáncer (SAHA) a la TARGA para atacar los reservorios del VIH. Quizá entonces la teoría de Ho podrá funcionar y acabar con el VIH para siempre.

"Casi ninguna enfermedad infecciosa se erradica"
José María Gatell, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona.

1. ¿Qué opina de la terapia génica como estrategia de curación?

Creo que para que esta estrategia funcionara se necesitaría el reemplazo total de las células CD4, lo que se consigue con la aplicación de quimioterapia y el trasplante de médula ósea. Esto tiene una mortalidad del 15%, por lo que no se puede hacer. Creo que el reemplazo parcial servirá de
poco.


2. En el artículo de ‘Science' se habla del uso de un fármaco para el cáncer como complemento a la TARGA y posible estrategia de curación. ¿Qué le parece esta idea?

El medicamento SAHA del que hablan es sólo uno más de varios intentos. Cuando se produce una infección por VIH, el virus se integra dentro del cromosoma de las células CD4 y se queda latente. Con estos fármacos, se pretende sacarlos de los reservorios, pero, hasta ahora, ningún intento ha funcionado, a veces porque no han conseguido reactivarlos y, en ocasiones, porque eran demasiado tóxicos. Es una línea de trabajo productiva pero, hoy por hoy, es sólo una hipótesis.


3. ¿Cuál de las estrategias descritas es su apuestapersonal?


Las más sensatas son las que persiguen la erradicación y la búsqueda de una vacuna terapéutica. Sin embargo, creo que la primera es más difícil, porque no hay casi ninguna enfermedad infecciosa que se erradique del todo.

Tres intentos de eliminar el virus
Terapia génica

Imitar con terapia génica la mutación en el gen CCR5 que confiere resistencia a la infección a un 1% de las personas es el objetivo que persiguen dos grupos en EEUU. El primer ensayo clínico es el de los investigadores Jacob Lalezari, de la Clínica Quest de San Francisco, y Ronald Mitsuyasu, de la Universidad de California en los Ángeles. Nueve voluntarios participaron en el ensayo. Se extrajo parte de sus células CD4 y se modificaron con un adenovirus con ADN del gen mutado. Tras el tratamiento de las células y su multiplicación en laboratorio (de diez millones a 2.000 millones), las células fueron reintroducidas en el organismo. Sólo el 25% mantuvo la mutación. Si se lograra que esas nuevas CD4 se reprodujeran, el VIH acabaría con el sistema inmune restante para convivir con las células resistentes. Pero supondría retirar el tratamiento a los pacientes, un paso con muchos riesgos.

Tratamiento combinado

El descubrimiento de la terapia antirretroviral de alta eficacia (TARGA) supuso tal vuelco para el curso del sida (que pasó de ser mortal a crónica) que, en un principio, se especuló con la idea de que estos fármacos podría erradicar el VIH, según planteó en 1996 David Ho, director del Centro de Investigación en Sida Aaron Diamond de Nueva York. Sin embargo, su teoría (que le valió ser nombrado Hombre del Año por la revista ‘Time') se desveló falsa al año siguiente, cuando se descubrió que células infectadas por el VIH, llamadas durmientes, se escondían en el organismo y sólo actuaban cuando la TARGA había eliminado las células activas. Acabar con estos reservorios despertando a las células durmientes es el objetivo de diversas estrategias, la última de ellas dirigida por el investigador de la Universidad de Carolina del Norte David Margolis, que prueba en humanos combinar la TARGA con un fármaco para el linfoma llamado SAHA.

Intensificación farmacológica

La tercera estrategia que busca la erradicación del VIH es la llamada de intensificación. Algunos expertos creen que no deja de ser una nueva versión de la teoría de Ho que postulaba que con la TARGA se podría llegar a acabar con el virus. Consiste en añadir un nuevo fármaco antirretroviral a la TARGA que ya mantiene a raya al virus en un seropositivo. Uno de los trabajos más destacados en este sentido, publicado en ‘Nature Medicine' hace ahora un año, era fruto de varias instituciones españolas, incluidos el Instituto IrsiCaixa y el Hospital Clínic de Barcelona. La estrategia consiguió un éxito moderado, aunque en ningún momento se pensó en retirar la medicación a los participantes. Con esta forma de actuar se pretende acabar con la replicación residual que el virus mantiene, a pesar de su control por los medicamentos, pero no se aborda el fin de los reservorios

viernes, 13 de mayo de 2011

El tratamiento del VIH con antivirales previene su transmisión en un 96%



Una persona seropositiva que recibe tratamiento con antivirales reduce el riesgo de transmisión del VIH en un 96%, según un estudio publicado hoy por United States National Institutes of Health. Los expertos aseguran que un avance de estas características supondrá una revolución en la prevención de esta enfermedad. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), este descubrimiento es crucial para combatir el VIH. El primer objetivo será que las personas seropositivas consigan tener acceso al tratamiento.

Los antivirales protegen aún mejor contra el VIH que los preservativos

Lo más importante es que esta investigación sugiere que el inicio precoz de estas terapias ofrece una mayor protección, tanto para los pacientes como a sus parejas. "Los datos previos sobre el potencial de los antirretrovirales se basaban en estudios observacionales y epidemiológicos", ha revelado Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID, en sus siglas en inglés).

Este estudio internacional, conocido como HPTN 052 (2005), ha contado con una muestra de 1.736 parejas heterosexuales de África, Asia y América, en las que uno de los dos miembros era seropositivo. Se formaron dos grupos: unos que empezaron el tratamiento de forma immediata y precoz y otro grupo (877) que comenzó cuando se les indicó clinícamente (normalmente cuando el nivel de globulos blancos, que son los que destruye el VIH, era de 250 por milímetro cubico, en vez de los 800 o 1.000 que tiene una persona sin virus). El estudio sugiere que a mayor nivel de glóbulos blancos en sangre, mayor efectividad del tratamiento. Durante el proceso de la investigación se dieron 23 muertes durante el estudio, 13 en el grupo tardío y 10 en el grupo tratado precozmente. En esta misma línea, hace un año, Jorge del Romero, del Centro Sanitario Sandoval de la Comunidad de Madrid realizó un estudio con 500 parejas heterosexuales españolas en las que uno de los miembros tenía VIH. Dicha investigación concluyó que: "Cuando se usan bien, los antivirales actuales son más eficaces para impedir la transmisión del virus que los preservativos".

Los investigadores han comenzado a administrar la terapia antirretroviral a estos nuevos infectados y, según aseguran, continuarán con el estudio al menos durante un año más. Estaba prevista su finalización para el 2015, pero debido al resultado tan tajante se ha concluido con anterioridad. Todos los participantes recibieron educación sexual durante el desarrollo de la investigación.
fuente: el pais

domingo, 8 de mayo de 2011

Todavía sin fármacos para el sida infanti

Un bebé con VIH en un orfanato de Ucrania.| I.F.L.

Un bebé con VIH en un orfanato de Ucrania.| I.F.L.

  • El tratamiento fracasa en uno de cada ocho niños europeos con VIH
  • Tanto la OMS como varias ONG piden formulaciones específicas para ellos

Aproximadamente dos millones de niños viven con VIH en el mundo y unos 700 pequeños mueren cada día por causas relacionadas con el sida. Casi todos han contraído la infección a través de sus madres -durante el embarazo o el parto- y, sin tratamiento, la mitad morirá antes de cumplir los dos años. Los datos, aportados por Médicos Sin Fronteras, ponen de manifiesto la importancia que tienen los fármacos antirretrovirales en esta población. Sin embargo, aunque imprescindibles para salvar vidas, su éxito en los menores seropositivos aún deja bastante que desear.

Un estudio europeo, publicado esta semana en 'The Lancet', muestra que uno de cada ocho niños con VIH desarrolla un triple fracaso virológico, entendido como el fallo de al menos uno de los fármacos de las tres clases de antirretrovirales principales: los inhibidores de la proteasa y los inhibidores de la transcriptasa inversa (que se dividen a su vez en análogos de nucleósidos y no análogos de nucleósidos).

Este fracaso, además de indicar que no se está controlando bien al virus en estos pacientes, supone que existe más riesgo de que aparezcan resistencias y reduce las opciones terapéuticas futuras.

En la investigación, coordinada por Ali Judd, del Medical Research Council del Reino Unido, se analizó a 1.007 niños seropositivos europeos. El 90% pertenecía a cohortes del Reino Unido, Irlanda, España, Holanda y Francia, mientras que el resto procedía de Dinamarca, Italia y Bélgica. Todos tenían menos de 16 años, se habían infectado a través de sus madres y comenzaron la terapia antirretroviral entre 1998 y 2008. El periodo de seguimiento medio fue de 4,2 años.

De los que empezaron el tratamiento con el cóctel de tres antirretrovirales (237 niños, un 24%), un 12% experimentó fallo virológico a los cinco años de iniciar la terapia. Aquellos que habían comenzado a tratarse más tarde, entre los 10 y los 13 años, fueron quienes peor reaccionaron. Los pequeños que tomaban sólo dos medicamentos -un ihnibidor de la proteasa y un inhibidor de la transcriptasa inversa-, en vez de tres, tampoco respondieron igual de bien que los adultos. Los fármacos fallaron el doble de veces en los menores.

Las guías pediátricas recomiendan empezar la terapia antisida en niños lo antes posible. Pero, el reto, según los autores de este estudio es conseguir regímenes que favorezcan la adherencia y que sean más eficaces en la población infantil.

Las causas

La ausencia de regímenes alternativos, la falta de formulaciones especialmente indicadas para los niños y el secretismo con el que todavía hoy en muchos lugares se lleva la enfermedad -especialmente la de los pequeños, porque la familia se siente culpable- dificultan el buen cumplimiento de la terapia y aumenta las posibilidades de que ésta funcione.

En un editorial que acompaña al estudio, firmado por Alexandra L. Calmy y Nathan Ford, de la Campaña para el Acceso a Medicamentos Esenciales de MSF y del Centro de Epidemiología y Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), respectivamente, se reconoce que "los antirretrovirales han tenido un efecto importantísimo a la hora de cambiar el curso de la infección en los niños y de reducir la mortalidad". Ahora bien, "tenemos un reto por delante y es conseguir nuevas fórmulas pensadas para ellos".

Conseguir la supresión virológica (que la presencia del virus en sangre sea prácticamente indetectable) es el objetivo del tratamiento antisida, independientemente de la edad del paciente. El problema es que en los niños no se está logrando en el porcentaje deseado. "Las opciones para ellos están muy limitadas".

"De los 22 antirretrovirales aprobados por la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA) cinco no son aptos para niños y seis no cuentan con formulaciones pediátricas", explican. Del resto, o bien hay que cortar las pastillas para adaptarlas al peso del menor o, las que cuentan con formulaciones pediátricas suelen presentarse en forma de jarabe, con un sabor desagradable y los consiguiente problemas de consevación.

Además, las nuevas familias de fármacos que van llegando -como los inhibidores de la integrasa o los antagonistas del CCR5- no están aprobadas para su uso en niños.

Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como las ONG insisten en la necesidad y de desarrollar nuevos fármacos pediátricos que combatan el sida. Una petición antigua que, por el momento, sigue sin ser atendida.


fuente el mundo.

SAL DE DUDAS.

http ://www.saldedudas.info/index.php/es/   La APP Sal de Dudas, te ofrece juegos, videos e información sobre Vih y otras enfermedades de tr...