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jueves, 30 de abril de 2009

La ONU condena a España por no avisar del estado de salud de un preso que murió de sida.


El Comité de Derechos Humanos del organismo cree que se privó a la familia de una información de gran impacto
El Comité de Derechos Humanos de la ONU ha condenado a España por no haber avisado a los familiares de un preso murciano, que falleció de SIDA cuando cumplía condena en el penal de El Dueso (Santander), "de la gravedad de su estado de salud".
El dictamen del Comité señala que "la actitud pasiva del centro penitenciario, que tampoco informó a la dirección general de Instituciones Penitenciarias del agravamiento de la salud del interno, D.M., privó a sus familiares de una información que, sin duda, tuvo un impacto significativo en sus vidas".
El Comité ha dado un plazo de 180 días al Gobierno de España para que le envíe información sobre las medidas que haya adoptado para aplicar este Dictamen.
Asimismo, le obliga a ofrecer a los familiares del fallecido "una reparación apropiada, incluida una indemnización adecuada a la violación que se ha producido" y le advierte sobre la obligación "de evitar que se cometan violaciones similares en el futuro".
La denuncia a este órgano de Naciones Unidas fue presentada por la madre y dos hermanos del fallecido, que estuvieron defendidos por el letrado murciano José Luis Mazón, quien con anterioridad había planteado un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional que no prosperó.
El Dictamen señala que D.M. fue condenado por varios delitos contra la propiedad a 28 años de prisión y que en junio de 1984 ingresó en la cárcel de Murcia, donde permaneció hasta el 12 de octubre de 1985, para cumplir su condena.
Posteriormente, "alternó las estancias entre este centro y las prisiones de Puerto de Santa María (Cádiz) y Gijón, para terminar en la de El Dueso (Santander).
En un informe médico de noviembre de 1990, expedido con ocasión de su llegada al centro penitenciario de Gijón, consta que había sido diagnosticado como VIH positivo el 4 de abril de 1989.
Ya en El Dueso, añade la resolución del Comité de la ONU, fue atendido en marzo de 1993 por los servicios médicos del establecimiento por diversas dolencias, y con posterioridad el SIDA que padecía se complicó con una tuberculosis pulmonar y una infección intestinal.
Afirma también el Comité que el interno falleció en enero de 1994, sin que sus familiares hubieran visto atendida su petición de que pasara a la situación de libertad condicional por su estado de salud y sin que fueran avisados de su agravamiento antes de que se produjera su óbito.
Noticia en El País.


Fuente: CESIDA.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues no tenía ni la más remota idea.

lua dijo...

ni tu ni nadie...

Una dijo...

Me gustaría tener más datos para valorarlo en una medida más precisa,si se privó de información a la familia y el preso fue atendido médicamente como era posible en aquella época es grave pero no creo que hubiera salvado la vida del muchacho porque con ese diagnóstico de tuberculosis pulmonar y quizá la infección por M.A.I. no tenía posibilidades de sobrevivir e incluso hoy día es muy difícil la supervivencia (más información aquí http://www.blogmedicina.com/2008/03/05/tuberculosis-y-sida/).
Haceis un estupendo servicio con este blog.Un abrazo

/ dijo...

Mil disculpas, estuve dos días sin conexión de Internet.
Normalmente no hago comentarios sobre temas vinculadas a la política de cualquier país, pues al ser extranjero, considero que sería una falta de respeto.
Mucho menos en este caso, pues ni lo sabía. Sería un grueso error emitir un juicio de valor. Espero que me comprendas.

Mil gracias por el comentario que me dejaste, sos encantadora.

BESOTES Y BUEN FINDE!!!

♥ meninheira ♥ dijo...

Siempre pensé que las personas en estado terminal (sea cual fuera la causa) pasaban automáticamente a libertad condicional. Lo siento mucho por la familia y por él, que no pudo morir rodeado de los suyos. :(

Tere, creo que no se trata de salvar la vida, si no de morir rodeado del calor de los tuyos.

Un besito

Una dijo...

Gracias por decírmelo,estoy totalmente de acuerdo en eso,no me expresé correctamente,no se les dió la oportunidad de elegir cómo podían hacer frente a esa muerte,en aquellos años se les discriminaba no solamente por ser presos,sino también por tener sida y puede ser que incluso,a muchos,por ser heroinómanos.Perdón por mi falta de delicadeza.
Desgraciadamente en cuanto a despedidas y a sida conozco un rato largo.
Abrazos

Una dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Xoaniña Rosmona dijo...

Todos debemos tener derecho a una muerte digna y siempre que sea posible rodeado de aquellas personas que queramos.
Desgraciadamente, en este como en muchos otros casos, no siempre se puede cumplir.

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